Cuando una selva (por ejemplo, un Área de Protección Permanente) no es muy bien protegida, resulta muy fácil para el ganado y otros animales domésticos entrar. Eso lleva a la destrucción de la subselva, o sea, de las plantas que viven en el nivel del piso hasta debajo del nivel de las copas de los árboles. Ese problema causa un tipo de daño invisible desde el cielo o desde satélites. Cuando esto ocurre, poblaciones de tinamúes, como el macuco, desaparecen. Especies se tornan regionalmente extintas de manera silenciosa y rápida. Paseriformes insectívoros de la subselva, que muchas veces solo viven en áreas muy pequeñas, pueden correr grave riesgo de extinción. Este grupo de paseriformes son el grupo más amenazado de las aves de la Mata Atlántica.